Nacida y criada en Chillán, en el centro-sur de Chile, es feminista y madre de un hijo. Hija de una profesora normalista y un vendedor, heredó de ambos la vocación social que la llevó, desde sus años escolares, a involucrarse profundamente en las causas que consideraba justas.

Con esta perspectiva y con el deseo de estudiar el comportamiento de las sociedades, decidió estudiar sociología. Durante su etapa universitaria, participó activamente en el movimiento “Pingüino”, como se denominaron las movilizaciones estudiantiles de 2006.

Al egresar de su carrera, comenzó un trabajo que marcó un rumbo en su vida profesional: la investigación en zonas rurales, con un especial enfoque en las mujeres. Así, llegó hasta las montañas de Alto Bio-Bío para investigar los impactos de los megaproyectos, en ese caso una enorme represa, en las comunidades mapuche, un tema que mantiene su relevancia.

Su carrera se ha desarrollado en diversos proyectos, siempre vinculada a la academia y a los temas de género, enfocándose en mujeres rurales y en situación de vulnerabilidad. Durante años se dedicó a la docencia universitaria. En un periodo marcado por el mayo feminista, su trabajo en la Dirección General de Géneros y Equidad de una universidad la llevó a participar en la creación de protocolos sobre acoso sexual y lenguaje inclusivo.

Dentro de su trayectoria en instituciones públicas, asumió responsabilidades como la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género en Ñuble, donde trabajó en la transversalización de género en el Estado, coordinando la materia con las instituciones de la región. Posteriormente, sumó a su experiencia el cargo de directora ejecutiva nacional de Prodemu, una fundación pionera en el trabajo con mujeres, donde ha enfocado sus esfuerzos en la autonomía económica y personal, especialmente en zonas rurales.