Descendiente de migrantes judíos, es una destacada activista por los derechos de las infancias y madre de dos hijos. Como líder de la Fundación Infancia, ha jugado un papel fundamental en la promoción de la Ley Integral de la Niñez, Ley 20500, una legislación crucial para la protección y el bienestar de los niños en Chile, dicha fundación opera en Estación Central y Valparaíso, la cual se dedica a la incidencia política en favor de los niños de escasos recursos.

Ha enfrentado diversos desafíos en su misión, incluyendo la convergencia del estallido social chileno, el cual dejo a una generación de jóvenes chilenos con la responsabilidad de analizar y corregir lo que se faltó por luchar, buscando una representación efectiva para promover cambios significativos.

A lo largo de su trayectoria, ha marcado momentos cruciales en su dirigencia comunitaria, impulsada por la consciencia de que las situaciones injustas no deben ser toleradas. Su liderazgo se manifiesta desde una edad temprana, reflejado en sus palabras: "siempre se es lideresa desde pequeña, es una fuerza que mueve y no tiene explicación”. Su compromiso con el bienestar de los niños se expresa también en su determinación de amar a sus hijos con tal intensidad que "nunca pensarán en hacerle daño a los tuyos”. sostiene que "si cuidamos a los niños, cuidaremos la salud mental y el futuro de la sociedad."

Con su inquebrantable dedicación y visión, continúa siendo una figura clave en la lucha por los derechos de la niñez en Chile, trabajando incansablemente para garantizar un futuro más justo y saludable para las generaciones venideras.