Proveniente de la comuna de Nancagua, en la región de O'Higgins, es considerada una figura representativa de la mujer rural. Su trayectoria abarca múltiples facetas: temporera, artesana, folklorista, dirigente agrícola, gestora cultural y, sobre todo, lideresa de la mujer campesina.

Nacida en el seno de una familia campesina, desde muy temprana edad se incorporó a las labores del hogar y del campo. A lo largo de décadas de trabajo agrícola, sus propias vivencias, los malos tratos y las condiciones precarias la impulsaron a iniciar una lucha por los derechos de las trabajadoras y trabajadores del campo.

Con una formación básica inicial, decidió capacitarse en el mundo sindical para poder enseñar los deberes y derechos laborales. Su crecimiento en un ambiente marcado por la violencia también la motivó a formarse como monitora comunitaria en prevención y abordaje de la violencia intrafamiliar, dedicándose desde entonces a ayudar a otras mujeres a romper ese ciclo.

Su liderazgo la ha llevado a participar activamente en diversos espacios de representación, formando parte de la Mesa de la Mujer Rural a nivel regional y nacional. Entre sus responsabilidades destaca su rol como presidenta del Sindicato El Esfuerzo, encargada de Género de la Corporación CALIDER, presidenta de la agrupación de artesanas de Nancagua y secretaria de la Federación Amanecer Campesina de la Sexta Región.

Convencida del poder de la educación y la sororidad, recorre diferentes regiones del país impartiendo charlas sobre violencia intrafamiliar y empoderamiento, encontrándose con numerosas mujeres que no reconocían su condición de víctimas y motivándolas a salir adelante por sí mismas y por sus familias.

Su extensa trayectoria como dirigente le ha valido reconocimiento en múltiples espacios dedicados al mundo de la mujer y del campesinado, siendo invitada a participar como rostro en campañas y programas dirigidos al empoderamiento femenino. Para ella, “Mujer es Poder”, una convicción que refleja en cada una de sus acciones.