"El trabajo de las arpilleras ha sido reconocido como Tesoro Humano Vivo por el Consejo de la Cultura y las Artes."
El colectivo de Arpilleristas de Lo Hermida está integrado por María Madariaga Pinochet y Patricia Hidalgo Astorga. Fue creado en 1975 en la comuna de Peñalolén, Región Metropolitana.
La técnica que emplean estas artistas es la aplicación de géneros y el bordado de arpilleras. Esta técnica consiste en crear tapices con materiales recuperados o reciclados, como pedazos de tela, cobre, lanas, hilo, entre otros, que, al combinarse, llenan de colorido representaciones de escenas de la historia política nacional y vivencias cotidianas.
En 1974, cerca de 300 mujeres del sector de Lo Hermida en Peñalolén comienzas a trabajar bordando y cosiendo arpilleras como una forma de ganar algo de dinero en tiempos de represión política y depresión económica. Los trabajos fueron canalizados por la Vicaría de la Solidaridad para ser comercializados en el exterior. Estas arpilleras, de aspecto sencillo e inocente, hechas con retazos de telas reutilizadas, se transformaron en un medio de expresión y denuncia de forma silenciosa y creativa, cargadas de esperanza y alegres colores.
"Para nosotras, trabajar las arpilleras nos sirvió de sustento desde 1976. También nos permitió dar a conocer lo que ocurría en nuestras poblaciones, cosas que no se sabían, incluso de una cuadra a otra, pues estábamos muy aisladas o teníamos tanto miedo de lo que pasaba que no nos comunicábamos".
La trascendencia del trabajo de las Arpilleristas de Lo Hermida se ha mantenido en el tiempo, siendo reconocidas como Tesoro Humano Vivo por el Consejo de la Cultura y las Artes en 2012. Se destaca en ellas la importancia de la resistencia, la valentía que estas mujeres tuvieron al hacer estas obras de arte para dar a conocer lo que estaba pasando en nuestro país.
Herramientas de accesibilidad