Mujer indígena del pueblo Pastos, Nariño, ha tejido su camino desde la infancia entre el arte, la memoria y la lucha social. Desde temprana edad se vinculó a liderazgos juveniles indígenas, desde la danza, el tejido y otras expresiones artísticas como herramientas para fortalecer la identidad cultural y resignificar el rol de la mujer en la actualidad.

Fue la primera mujer de su familia en acceder a la educación superior, donde cursó la Licenciatura en Etnoeducación. Cofundadora del colectivo “Juntanza Las Polekas”, un espacio de sanación frente a la herida colonial y donde se promueve la educación intercultural impulsando procesos que fortalecen la participación de las mujeres y cuestionan las violencias estructurales que atraviesan sus cuerpos y territorios.

Desde allí ha acompañado iniciativas como la siembra de ombligos, concebida como un proceso de retorno al origen, y ha contribuido al desarrollo de pedagogías sociales orientadas a la recuperación de la memoria en su territorio. Este compromiso se refleja en la integración de saberes ancestrales a la educación y en la defensa de la biodiversidad, como parte de Caminantes de la Medicina Tradicional.
Su voz se ha hecho presente en organizaciones indígenas y en espacios universitarios, integrando la Red de Cabildos Universitarios Indígenas.

Como investigadora ha aportado a la transmisión de saberes ancestrales de medicina tradicional y al fortalecimiento de la identidad cultural. Ha sido ponente en congresos nacionales e internacionales, articulando la sabiduría ancestral con debates contemporáneos.
Realizó una movilidad académica en la UNMSM (Perú) que le permitió ampliar sus horizontes académicos y sociales.  Su trayectoria encarna la fuerza de las mujeres que, desde la memoria y la orientación de la Madre Tierra, continúan abriendo sendas de dignidad, justicia y vida para los pueblos originarios y para el mundo.