Desde joven, sintió una profunda necesidad social de dar a conocer los derechos y deberes de cada ciudadano, basándose en el marco de la Ley. Su motivación nació en su propia comunidad, participando activamente tanto en el sector rural como urbano de la comuna de Lampa, en Santiago de Chile.

Al darse cuenta de que necesitaba más herramientas para que sus vecinos fueran escuchados, y enfrentando como mujer la dificultad de no ser lo suficientemente escuchada, decidió formarse con determinación. Así, comenzó a instruirse de manera autodidacta en las leyes de su país y a cursar estudios superiores en materias como organizaciones sociales y política social, fortaleciendo su discurso y capacidad de incidencia.

Su trayectoria ha estado marcada por una participación activa y una perseverancia a prueba de adversidades. Ha pasado por varios momentos complejos por hacer velar por lo correcto, siempre con el firme propósito de que cada ciudadano no solo comprendiera las leyes, sino que también pudiera aplicarlas en su vida diaria y en comunidad. Esta convicción la llevó a desempeñarse de forma constante como vocera y presidenta de diversas organizaciones.

Hoy, con 37 años de dirigenta social y 55 años de edad, continúa participando cada día con el mismo ímpetu. La tecnología se ha convertido en una aliada fundamental para su trabajo, permitiéndole superar barreras geográficas y avanzar mucho más, llegando a comunidades y organizaciones que sufren de falta de conectividad y acceso a la información.

En 2025, su compromiso permanece intacto y es reconocida por su comunidad como una líder social y política. Su labor se extiende a través de su participación en múltiples organizaciones enfocadas en áreas tan cruciales como la Salud, la Seguridad ciudadana, la aplicación del Acuerdo de Escazú en Chile, y la incidencia en política pública y partidista, entre otras, consolidando un legado de servicio y lucha por la justicia social.